Gerente municipal de Huaraz, tuvo que hacer de tripas corazón para controlar protesta.
Gustavo Castromonte, gracias a la experiencia ganada en el campo de gestión pública, pudo controlar el desenfado de los policías municipales, pero a la vez descubrió que los funcionarios del alcalde son poco competentes.
Reconoció que, aun existiendo dinero, no se logra dar celeridad a las compras de productos necesarios para los trabajadores en general. Pero dijo más. Mire y escuche en las imágenes.